sábado, 22 de febrero de 2014

BECK - Morning Phase (2014)

Encarar un nuevo disco de Beck nunca es fácil.



En este 2014, el californiano, muestra ese camino melacólico y lleno de matices que viene circulando ya desde hace varios discos.
Ojo, no es una desventaja o una crítica negativa: dentro de ese contexto sabe manejarse como nadie; cada canción es un pulso de aire fresco, de una nueva bocanada de aire en tanta plenitud musical.

Ahora mas que nunca, Sea Change (2002) toma un gusto especial. Más bien, Morning Phase sería una secuela bastante peculiar. Beck maneja de nuevo los climas a su antojo, desde el comienzo con esa intro clásica hacia las guitarras acústicas; realmente un viaje hermoso, que puede sacarte una lágrima o una sonrisa, o ambas.

No diría que es el mejor material de Beck en años, sino que seria una especie de redescrubimiento y cambio de aires. Aunque con cierta continuidad en cada uno de ellos, siempre va dejando un halo o pequeños bocetos que se repiten en diferentes discos. 

En fín, Beck vuelve a sorprenderme. Muestra el camino de Arcade Fire y lo alumbra para que podamos caminarlo sin necesidad de buscar demasiado: todo está ahí, solo escuchemos.


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